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Informe donde la tecnología adopta un rol protagonista
El informe «Competitividad de la Unión Europea: mirando hacia el futuro», –también conocido como informe Draghi, por ser este el apellido de su autor, Mario Draghi– ha sido publicado el pasado 9 de septiembre de 2024 por el Banco Central Europeo. Este documento, encargado por la Comisión Europea, traza un plan para asegurar el liderazgo competitivo de la Unión Europea frente a los desafíos globales. Para ello, el informe Draghi realiza un análisis de los puntos críticos que enfrenta la economía europea, expone los desafíos y riesgos del sector e identifica las herramientas necesarias para fortalecer su resiliencia y sus pilares de prosperidad, igualdad, libertad, democracia y sostenibilidad.
El informe, elaborado por el ex – presidente del Banco Central Europeo, comienza con una detallada descripción de la situación actual y expone los tres principales problemas que enfrenta Europa:
- Brecha tecnológica frente a potencias emergentes: las inversiones por parte de las empresas europeas en investigación e innovación debe aumentar, rompiendo así con las brechas tecnológicas existentes con otros países (como Estados Unidos y China);
- Inexistencia de recursos naturales en Europa: la Unión Europea debe plantear un plan de descarbonización para incrementar el uso de energías renovables y reducir así el gasto en energía procedente de recursos naturales; y
- Dependencia estratégica: las entidades europeas deben aumentar su productividad para evitar la dependencia de países terceros proveedores de materias primas críticas.
Asimismo, Draghi dedica un apartado de su informe –denominado Digitalización y Tecnologías Avanzadas, localizado en la Sección 1.ª; Política Sectorial 3.ª– a poner de manifiesto la importancia de la tecnología en el progreso competitivo de la Unión Europea, resaltando cómo la misma es el motor de innovación y eficiencia que Europa necesita para impulsar su crecimiento económico. El autor muestra una especial preocupación por el posicionamiento tan dispar entre empresas europeas y extranjeras: de las cincuenta mayores empresas tecnológicas del mundo, sólo cuatro son europeas. Asimismo, Draghi continúa justificando su preocupación alegando que, entre 2013 y 2023, la cuota global de facturación de las empresas tecnológicas de la UE se redujo del 22% al 18%. Estos datos, que tan sólo representan una parte de todos los expuestos en el informe, motivan al autor a proponer una serie de desafíos sociales, así como también medidas de política económica, para acelerar la adaptación de la economía europea a la nueva realidad tecnológica, política y energética.
En concreto, el informe expone los siguientes retos para la Unión Europea:
- Incremento del uso de tecnologías avanzadas: Por tecnología avanzada, el informe comprende aquellos sistemas, dispositivos y procesos innovadores que permiten mejorar la eficiencia y capacidad en diversas áreas, implicando, por ejemplo, el uso de la inteligencia artificial, robótica, nanotecnología y biotecnología. De acuerdo con su autor, estas herramientas son capaces de transformar procesos productivos y crear nuevos modelos de negocio, aumentando la eficiencia operativa de las entidades europeas y ahorrando gastos comunes que ralentizan el crecimiento de las mismas.
- Mayores inversiones en la infraestructura digital: El informe subraya la necesidad de fomentar inversiones significativas en la infraestructura digital, incluyendo redes de alta velocidad y acceso a tecnologías emergentes para asegurar que todas las regiones de Europa puedan beneficiarse de la digitalización deseada. Del mismo modo, propone crear una identidad digital única para startups, válida en toda la Unión Europea, que les permita acceder a normas armonizadas sobre temas como impuestos o legislación empresarial. Sugiere asimismo aumentar la capacidad de computación, fomentar el intercambio de datos para impulsar la inteligencia artificial y promover la colaboración en servicios de nube entre proveedores europeos.
- Formaciones y capacitaciones simultáneas al avance tecnológico: El autor enfatiza la relevancia de formar y capacitar a todas las fuerzas laborales de manera simultánea a los avances tecnológicos. La formación actualizada y coetánea con las innovaciones digitales es crucial para que los trabajadores puedan adaptarse a los múltiples cambios tecnológicos y aprovechar las nuevas oportunidades de empleo que puedan surgir. Del mismo modo, propone mejorar los programas de I+D de la UE creando una Unión de Investigación e Innovación que promueva políticas comunes.
- Valores éticos en el marco regulatorio: El informe aboga por un marco regulatorio que pese a tener como eje principal la innovación tecnológica, se focalice también en proteger los derechos de los ciudadanos, estos son, la privacidad, la seguridad y el impacto social de las tecnologías en las personas.
- Riesgos Emergentes: El informe plantea también los riesgos asociados a las mejoras propuestas, encontrándose entre los mismos, las ciberamenazas, la posibilidad de una mayor concentración de mercado y las posibles desigualdades en el acceso a servicios digitales. Estos riesgos pueden afectar a la estabilidad financiera europea y frenar la mejora deseada de la competitividad si no se gestionan adecuadamente.
De acuerdo con lo anterior, Draghi aclara que el problema no es la falta de ideas o soluciones innovadoras para la competitividad de la Unión Europea, sino las dificultades a las que se enfrentan las empresas para convertir esas innovaciones y/o retos en productos o servicios comercializables. Existe una clara falta de coordinación entre los estados miembros en materias fiscales, financieras y políticas, así como un exceso de burocracia que inevitablemente obstaculiza el progreso idóneo de las entidades europeas. Por ello, alega Draghi, más del 30% de las startups europeas migran a territorios extranjeros en los que tienen mayor proyección de crecimiento.
En definitiva, Draghi presenta una serie de propuestas muy ambiciosas, que llegan en un momento crítico para la economía europea. El mismo lo define como un reto existencial, pues sus propuestas consisten en nada más y nada menos que en la aceleración de la innovación tecnológica, la reducción de los costes energéticos sin abandonar la transición hacia la descarbonización y la reducción de las dependencias estratégicas. Según Draghi, el futuro económico de Europa está condicionado por su capacidad para llevar a cabo una nueva estrategia industrial europea que logre cohesionar a todos los Estados miembros en un esfuerzo coordinado y eficiente.
Agradecimientos a la abogada Patricia Sánchez del departamento de Tech & Data por la elaboración de este artículo.