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UN MERCADO LABORAL JUVENIL POCO FLEXIBLE
Para Talmac Bel, socio director del área laboral de Fieldfisher JAUSAS, es aun pronto para valorar las medidas propuestas por el Gobierno, y habrá que ver en qué consisten los programas anunciados.
A juicio de este experto en derecho laboral, “a la espera de las reformas que puedan introducirse a nivel legislativo, parece que el ejecutivo opta principalmente por subvencionar con dinero público la contratación juvenil”.
“Es previsible por tanto que se produzca un abaratamiento de la contratación juvenil para las empresas, que podrán optar a ayudas o bonificaciones de seguridad social”, advierte.
Este experto señala que “el Proyecto Tándem quiere incidir en la formación. Sin embargo, todo apunta que el problema en la actualidad no está en la formación de los jóvenes si no en la escasísima demanda de empleo en España, y especialmente de empleo cualificado. De todos es sabido que nuestros jóvenes con talento están prácticamente condenados a emigrar”.
En su opinion, ·el impacto de estas medidas, que muy probablemente no será significativo, dependerá en gran parte del incentivo que reciban las empresas y también de la evolución del mercado laboral”.
Para Bel “Las empresas contratan si necesitan personal. Si no lo necesitan, no van a contratar jóvenes con independencia del ahorro que eso les suponga con respecto a la contratación de un trabajador más experimentado o de mayor edad. Del mismo modo, por muy formados que estén los jóvenes, las empresas solo contratan si hay trabajo”.
Desde su punto de vista, “uno de los grandes problemas para la contratación juvenil, es en realidad la falta de flexibilidad del mercado laboral español. Para poder contratar a un joven a menudo y por desgracia, es necesario prescindir de alguien con experiencia».
“Sin embargo el mercado laboral en España, protege especialmente a los “mayores”, ya que su despido supone un elevadísimos costes para las empresas en indemnizaciones y en costes asociados a la extinción, como el convenio especial de seguridad social o las aportaciones al tesoro público (en el caso de despido colectivos)”.
Este jurista advierte que «en España se da un escenario en el que los escasos incentivos económicos a la contratación de jóvenes (principalmente poder abonar un menor salario durante los 2 primeros años de contrato), contrastan con el elevadísimo coste que tiene la sustitución de trabajadores ‘mayores’ por jóvenes”.
En su opinión, “las subvenciones a la contratación van en la buena dirección, pero si los costes de “rejuvenecimiento” de las plantillas no se moderan, la efectividad de las medidas anunciadas será muy limitada”.
El “rejuvenecimiento” no es la única manera de crear empleo juvenil, también lo es el crecimiento.
Sin embargo, «la coyuntura actual y la evolución del mercado de trabajo no hacen pensar que España pueda abandonar el paro estructural que ha sufrido en las dos últimas décadas y por lo tanto, siendo realistas es probable que haya poco crecimiento”.
Sobre ese crecimiento “si lo hay en los próximos años, será posiblemente para puestos que requieren una alta cualificación técnica y en ese caso las subvenciones a la contratación son ineficaces, ya que las empresas van a contratar a jóvenes, con independencia de las ayudas que reciban para hacerlo”.
“En cualquier caso, si no se resuelven los principales causantes del paro juvenil, que son la falta de flexibilidad del mercado laboral y la progresiva disminución en la demanda de mano de obra, las medidas del gobierno no tendrán efecto y corremos el riesgo de que las empresas se beneficien de ellas, sean justamente las que menos las necesiten”, advierte.
Considera que “dicho en términos médicos, el plan de choque que anuncia el gobierno es un tratamiento paliativo, que lo que hace es ocuparse del síntoma. Sin abordar reformas estructurales del mercado laboral español que traten la patología, parece muy difícil que pueda revertirse la situación”.
“Ahora que la reforma laboral está en el centro del debate político, es un buen momento para recordar que el sistema actual ha generado un paro juvenil record en Europa, y que la cifra del paro juvenil en Alemania es del 5,8%. Casi 10 veces menor que la nuestra”, aclara.
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