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Expertos en Derecho del Trabajo cuestionan la propuesta del PSOE de volver a regular la jornada laboral

Talmac Bel
19/06/2017

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Este viernes tenía una gran repercusión el anuncio de una proposición de ley planteada por PSOE para el control de la jornada laboral de los trabajadores y mantener esos datos durante cuatro años. Pese a que aún no se conoce a fondo dicha iniciativa, esta medida contradice la normativa última del Tribunal Supremo que fallaba a favor de menos control en dos recientes fallos judiciales. De hecho nuestra publicación ya abordó este tema, que ha generado bastante debate, en varias oportunidades.  Ahora, hemos pedido a varios expertos en derecho laboral que analicen esta cuestión y su viabilidad en un entorno de trabajo donde se mezcla el negocio tradicional, con los negocios digitales y los procesos de internacionalización de las empresas. Expertos como Martín Godino, Rafael Giménez-Arnau, Luis Enrique de la Villa y Talmac Bel analizan esta posible reforma y cuestionan su viabilidad. Para Martín Godino, presidente de la Asociación Nacional de Abogados Laboralistas  (ASNALA) y socio director de Sagardoy Abogados su valoración sobre la propuesta del PSOE es pesimista. “La regulación debería dejarse a la negociación colectiva. En los términos que se propone de registro de jornada de trabajo para todos y en todas las empresas, independiente de su forma de gestionar puede generar problemas serios”.  Para este jurista obligaciones que generen burocracia para las empresas no es una buena noticia. A su juicio de aprobarse esta proposición de ley  “es posible que se genere más conflictividad laboral y todo para atajar un problema no real. Ya existe un control de las horas en los contratos a tiempo parcial, pero con carácter general no tiene sentido. Desde el punto de vista práctico será complicado ponerlo en marcha, salvo en empresas con horarios rígidos que suelen ser centros industriales”. Godino asegura que ahora se impulsan en las empresas medidas de flexibilidad y teletrabajo, muy alejadas de este control que se pretende nuevo “de esta forma se está potenciando la conciliación de la vida laboral y personal”. Para el socio director de Sagardoy Abogados “es posible que en determinados sectores haya que hacerlo, pero para eso está la negociación colectiva y no abordarlo con una ley que espero no salga adelante”.  Para este jurista la medida “es un atraso y una medida de vuelta a rigideces que ahora no tienen mucho sentido”. Sobre la oportunidad de la propuesta también entiende que no es muy lógica “la reforma puede conseguir que donde no hay problema que es en la empresa mediana y grande se va a generar un problema de gestión y en la pyme, que es donde pudiera haber problemas, no se cumplirá”. Godino indica que “lo lógico sería dejar como está la situación en este momento con las últimas interpretaciones del Tribunal Supremo que han aclarado este panorama, hasta ahora incierto para las empresas. Al mismo tiempo, donde se crea que sea necesario por diversas circunstancias o porque el tipo de trabajo es específico se lleve a la negociación colectiva para establecer una fórmula de gestión del asunto”.  Este experto cree que el legislador no puede querer regularlo todo, sobre todo ahora que las relaciones laborales se han flexibilizado mucho con la irrupción de la tecnología en las empresas. Según Rafael Giménez-Arnau, socio de laboral de Garrigues y presidente del Foro Español de Abogados Laboralistas (FORELAB), “este cambio sería un paso atrás a una mayor regulación de las prácticas empresariales. No es muy positivo cuando ahora se busca la flexibilidad horaria, tanto para empresas como los propios trabajadores que reclaman ahora jornadas flexibles”. Para el presidente de FORELAB la “modificación normativa debería ir en la línea de adaptarse a las nuevas realidades. El pacto del PP con Ciudadanos y sus 150 medidas reflejaba algunas de ellas desde el punto de vista de la flexibilidad tanto de la jornada y la mejora de la conciliación y el fomento del teletrabajo, via por la debería ir dicha reforma que se pretende realizar”.   Con esta propuesta no cree nuestro interlocutor que se vaya a mejorar la regulación del tiempo de trabajo “es complicado meter a la empresa en un cambio de este tipo de un dia para otro, se necesitaría un tiempo de adaptación”. A juicio de Giménez-Arnau es posible que algunos sectores hubiera que crear este control de la jornada de trabajo “pero son sectores de actividad muy concretos. En general la sentencia del Tribunal Supremo se ve como razonable y permite a las empresas seguir trabajando como viene siendo habitual, cumpliendo con la normativa vigente y adaptándose a su situación y a la de sus empleados”. La reforma legislativa debería ir al objetivo de la flexibilización de la jornada donde ahora mismo los objetivos de empresa y trabajadores se encuentran en esa dirección”. En su opinión, esta reforma es posible que pudiera aplicarse en determinados sectores de la actividad económica tras un profundo análisis. El socio director de laboral de Hogan Lovells en España, Luis Enrique de la Villa, reconoce estas relativamente sorprendido del anuncio del PSOE de presentar un proyecto de ley que regule la jornada de los trabajadores, “pero realmente creo que de concretarse esta medida es inoportuna, ahora que se había alcanzado cierto consenso en cómo gestionar el tema. No se puede cambiar el ritmo de las empresas de un día para otro”, indica. Para este jurista la obligación de contar un registro de la jornada “es una reacción del PSOE a la última sentencia del Supremo a otra de la Audiencia Nacional en un tema de Bankia, sentencia discutida porque tenía varios votos particulares. En esa sentencia se decía que no era necesario el registro obligatorio de la jornada laboral, cuestión defendida por el mundo de la empresa”. A su juicio dicho registro es complejo “sobre todo los sistemas de trabajo que hay. Sin embargo tras las interpretaciones judiciales, solo puede cambiarse lo establecido desde una reforma legal, en el sentido que sea”. La propuesta del PSOE entre otras cosas quiere que sea falta muy grave el que no exista un registro diario de la jornada de los trabajadores “hoy en día no existe la obligación tras los dos fallos que hemos conocido del Supremo. No obstante, en la práctica muchas empresas lo realizan porque de lo contrario no podrían sancionar a los trabajadores por falta de puntualidad o asistencia. En otros sectores es muy complicado de llevarlo a cabo”, aclara. Sobre la oportunidad del cambio, De la Villa indica que “la idea es que se controle bien la jornada extraordinaria. Ahí el registro es obligatorio. Es una exigencia administrativa a las empresas que puede ser resuelto como se está haciendo. Personalmente supone exigirles demasiado a las empresas. Muchas lo hacen por su negocio”, apunta. Y recuerda como hasta que el Tribunal Supremo aclaró el escenario era muy seguida la Circular de la Inspección de Trabajo 3/2016 que explicaba cómo gestionar dicha jornada de trabajo.  “En muchas empresas el registro es imprescindible”. Talmac Bel, nuevo socio director del área de trabajo de JAUSAS, con una visión internacional de las relaciones laborales subraya “que este debate jurídico está mal resuelto. Creo que una reforma de este tipo supondría ir contra el signo de los tiempos y utilizar un modelo de relaciones laborales que está obsoleto”.  Para este experto hay que analizar el problema en su dimensión real “el control de la jornada de trabajo casa para modelos productivos tradicionales, pero el tiempo actual demanda otras cosas. El trabajo se mide más por resultados que por el presentismo”. Para este jurista “el problema de las horas extraordinarias está sobre todo en la parte tradicional del mercado laboral y donde la presencia en el puesto de trabajo es importante”. En opinión de Bel la propuesta de Simancas es coherente en su interior “incluida las sanciones graves que anuncian si no se cumpliera dicha medida”. También señala que la llamada jornada irregular es muy necesaria porque “la flexibilidad interna avanza en las empresas y aún tiene mucho que desarrollarse en un país como es España.  La propuesta del PSOE tiene in mente un mundo que es el de ayer”. Bel reconoce, como así lo han hecho todos los expertos de este reportaje, que no parece sencillo que las empresas se adapten de un modelo sin regular a otro con más control de la noche a la mañana. Se necesitaría un tiempo de adaptación a la nueva situación “hay que darse cuenta que el mundo laboral ha cambiado bastante en los últimos diez años. En muchos casos habrá empresas que no podrán realizar dicho control horario porque la propia realidad laboral lo impide. Medir el tiempo de un comercial o de un profesional del teletrabajo no será sencillo, desde luego”; indica.