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Golpe a los centros comerciales: prohíben a Plenilunio ejecutar a un pequeño comercio

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El Confidencial

Primer golpe judicial a los centros comerciales por la crisis del covid-19. Un juzgado madrileño ha decidido que el gigante francés Klépierre, dueño de uno de los mayores establecimientos de España, Pleniluniono pueda ejecutar el aval a uno sus clientes, un pequeño comercio de restauración. Lo determinó el pasado 13 de agosto el juzgado número 74 de Madrid, en una batalla judicial ganada por la Plataforma de Afectados por el Covid-19 en centros comerciales de España (PAC), una asociación creada para defender los intereses de 400 tiendas ante el desplome del negocio por la pandemia.

El auto judicial estima las medidas cautelares pedidas por el pequeño comercio: que Klépierre no ejecute el aval del contrato de alquiler y que no se incluya al cliente en el fichero de morosos de Asnef.

Los pequeños comercios reclaman que los centros comerciales adapten las rentas del alquiler a la nueva situación en la que las ventas se han desplomado entre un 50% y un 80% frente a las que había hace un año. Piden que el alquiler se rebaje considerablemente y se adapte a la evolución del negocio. Hay algunos establecimientos que se están sentando a negociar, aunque son los grupos franceses —Unibail Rodamco, Klépierre y Carmila— los que están mostrando posiciones más duras frente a sus clientes. De ahí la importancia de la sentencia lograda por la PAC, a la que representa el bufete Fieldfisher JAUSAS.

Doctrina clave

El auto estima el argumento del pequeño negocio, de que el covid-19 ha cambiado por completo el marco del contrato del alquiler, y suspende, por tanto, la ejecución de sus cláusulas —doctrina ‘rebus sic stantibus’—.

«Ha existido una alteración impredecible y sobrevenida a las circunstancias concurrentes al tiempo de la celebración del contrato, que ha afectado extraordinariamente a la actividad comercial que se venía ejerciendo en el local arrendado», expone el auto.

El juez también reconoce que las previsiones para el pequeño negocio son malas hasta 2022 y argumenta que ejecutar el aval o incluir al restaurante en la lista Asnef le avocaría a la quiebra, al no poder obtener financiación externa. De ahí que niegue a Klépierre la posibilidad de reclamar las garantías a su cliente.

Desde la PAC mantienen la importancia de que los centros comerciales lleguen a acuerdos flexibles con sus clientes y critican su rigidez, ya que solo 7 de sus 400 representados lo hayan conseguido. «La bajada del alquiler resulta indispensable para la supervivencia de los locales», explican.