El FROB, el instrumento a través del que el Estado ha inyectado 61.366 millones para salvar entidades insolventes, mantiene una actitud extremadamente laxa en las causas penales abiertas contra los responsables de llevar a esa situación a las cajas de ahorro. Algo que sorprende mucho a las diferentes acusaciones, ya que es el principal perjudicado y está renunciando a cobrar indemnizaciones, por pequeñas que sean. El último caso ha sido el de Novacaixagalicia (hoy Abanca),...
El FROB, el instrumento a través del que el Estado ha inyectado 61.366 millones para salvar entidades insolventes, mantiene una actitud extremadamente laxa en las causas penales abiertas contra los responsables de llevar a esa situación a las cajas de ahorro. Algo que sorprende mucho a las diferentes acusaciones, ya que es el principal perjudicado y está renunciando a cobrar indemnizaciones, por pequeñas que sean. El último caso ha sido el de Novacaixagalicia (hoy Abanca), donde hasta el Tribunal Supremo ha criticado esta dejadez.
La sentencia del Alto Tribunal, conocida esta semana, considera que la pena a la que fueron condenados los directivos de la fusión de las cajas gallegas por la Audiencia Nacional -dos años de prisión, con lo que evitan su ingreso en la cárcel- es "desproporcionada por su exigüidad desde la perspectiva de la gravedad de las conductas". Pero sostiene que no puede imponerles una pena mayor porque no lo ha solicitado ninguna de las partes: ni la Fiscalía de la Audiencia Nacional ni el FROB. Las conductas a las que se refiere son la autoconcesión de indemnizaciones millonarias por parte de los directivos de la entidad cuando fueron destituidos por el propio fondo de rescate.
Es decir, a pesar de ser el gran perjudicado por los delitos cometidos por los responsables de las cajas rescatadas, el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, dependiente del Ministerio de Economía y presidido actualmente por Jaime Ponce) no demuestra apenas interés en que sean castigados y en que devuelvan el dinero, aunque sea una gota en el océano de las ayudas públicas: en el caso de Novacaixagalicia, las indemnizaciones suman 22 millones frente a los 8.981 que recibió la entidad. Así, tampoco recurrió la absolución de los responsables de la CAM por montar un sistema de sobresueldos parecido a las tarjetas 'black' -y eso que tenían un informe pericial del Banco de Españan su contra-. Una desidia que contrasta con el hecho de que el fondo ha denunciado algunas de las irregularidades detectadas en las cajas nacionalizadas.
El FROB, defensor de Rato en Bankia
Y llueve sobre mojado. En el caso de la salida a bolsa de Bankia, la actuación del FROB no se ha limitado a esta desgana, sino que se ha puesto claramente de parte de los acusados encabezados por Rodrigo Rato pese a estar personado como acusación particular, un comportamiento que recuerda al de la Fiscalía con la infanta Cristina en el caso Nóos. Tan lejos ha llegado en esta actuación, que los magistrados de la Audiencia Nacional han criticado al fondo público en un par de ocasiones: por recurrir la famosa fianza de 800 millones (posteriormente rebajada a 34 y vuelta a elevar a 38,2) impuesta a los imputados y por realizar artimañas para desacreditar a los peritos del Banco de España que elaboraron los informes en que se acusa a Bankia de falsear sus cuentas para la salida a bolsa.
La acusación popular -dirigida por el exportavoz de UPyD, Andrés Herzog- llegó a pedir la expulsión del FROB del procedimiento por actuar "en interés de los imputados": "El FROB no ha llevado actuación alguna en el presente procedimiento que pueda ni remotamente parecerse a una acusación y menos 'en particular'", aseguraba UPyD en su escrito. No obstante, el instructor de la causa, Fernando Andreu, rechazó esta petición.
"El FROB tiene un conflicto de interés como la copa de un pino. El FROB y Bankia tienen un acuerdo para repartirse el coste de las indemnizaciones por la salida a bolsa si se demuestra que hubo delito, así que tiene un interés directo y económico en que los acusados sean absueltos. Es verdad que ya han tenido que devolver la parte de los inversores minoristas por orden del Supremo, pero aún quedan los inversores institucionales", explica Jordi Ruiz de Villa, socio de litigación bancaria del bufete Jausas, que representa a varios de estos grandes inversores.
Como se recordará, ese acuerdo provocó un nuevo enfrentamiento entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, y obligó a José Ignacio Goirigolzarri a retrasar las cuentas anuales de Bankia a principios de 2015.
La "artimaña" del contrainforme
A pesar de permitir que el FROB siga en el caso, la Audiencia le ha reconvenido por ir más allá de lo razonable para su supuesta función de defender los intereses generales y ponerse del lado de los antiguos gestores de Bankia. Así, la sección tercera de la sala de lo penal reprochó al fondo que recurriera la fianza y que asumiera "la representación de los intereses" de los imputados en la causa, algo para lo que no está legitimado. Incluso criticó a Andreu haber admitido el recurso del fondo de rescate.
Pero la actuación más llamativa del FROB ha sido el famoso contrainforme elaborado por el Banco de España para rebatir las conclusiones de sus propios peritos y defender la validez de las cuentas de la OPV de Bankia, tal como adelantó en su día El Confidencial. Este informe fue elaborado a instancias de Mariano Herrera, director de supervisión del Banco de España y exconsejero del FROB, pero no fue remitido por ninguna de estas dos instituciones al juez, sino que fue este el que se lo solicitó a petición del propio Rato. Esto fue calificado de "artimaña" por el propio Andreu en la declaración de Herrera en su juzgado a finales de julio.
En todo caso, llama mucho la atención que el principal acusado en este caso, Rato, y el principal perjudicado de sus presuntos delitos, el FROB, estén en el mismo bando en la defensa de la legalidad de la salida a bolsa de Bankia. Una defensa que ha sufrido un duro varapalo con la reciente declaración del inspector jefe del equipo del Banco de España en Bankia, José María Casaus, quien aseguró ante Andreu que la entidad era "una máquina de perder dinero" antes de la salida a bolsa y que así se lo comunicó a los directivos del supervisor, que ignoraron las advertencias.