Listos para la avalancha de pleitos en el Mobile World Congress

Los juzgados de Barcelona han puesto en marcha un sistema pionero en Europa para dar respuesta rápida a las demandas que habitualmente se interponen competidores durante las ferias tecnológicas. Comienza la cuenta atrás para que Barcelona se convierta, durante una semana, en el centro mundial de la telefonía móvil. La ciudad está lista para acoger esta cita, pero los preparativos se extienden mucho más allá de la organización de la feria o del sector hotelero, ya que lo... Los juzgados de Barcelona han puesto en marcha un sistema pionero en Europa para dar respuesta rápida a las demandas que habitualmente se interponen competidores durante las ferias tecnológicas. Comienza la cuenta atrás para que Barcelona se convierta, durante una semana, en el centro mundial de la telefonía móvil. La ciudad está lista para acoger esta cita, pero los preparativos se extienden mucho más allá de la organización de la feria o del sector hotelero, ya que los juzgados de lo mercantil también podrán en marcha un dispositivo especial para afrontar la avalancha de demandas que se producen cuando se celebra un evento de la magnitud del Mobile World Congress (MWC). Alrededor de 100.000 personas visitarán la Ciudad Condal para acudir al congreso, una de las citas más importantes del sector tecnológico, en el que las marcas presentan un sinfín de novedades en exclusiva mundial. Se trata de desarrollos hasta ahora guardados en secreto, por lo que las empresas vigilan de cerca que sus competidores no se hayan inspirado en su tecnología o copiado un diseño en sus nuevos desarrollos. En este tipo de citas, los juzgados acaban desbordados ante la avalancha de demandas por infracción de patentes, marcas o derechos de autor, entre otras. Y la respuesta que se espera de un juez tiene que ser lo más rápida posible, ya que se trata de un escaparate internacional con gran repercusión mediática y comercial. Eso sí, con total discreción. Hasta el punto de que los agentes que intervienen en este tipo de casos no visten de uniforme para pasar totalmente desapercibidos. Ante este tipo de casos, se puede actuar de dos maneras, según explica Josep Carbonell, socio de propiedad intelectual e industrial de Jausas. Si existen suficientes evidencias previas de una infracción, la empresa afectada puede acudir a la vía penal antes de que se celebre el congreso para evitar que el producto se presente. Sin embargo, esto no suele ser lo habitual. Por tanto, la vía civil es la más utilizada en estos casos, pero hay que esperar a que la infracción se produzca, es decir, a que el competidor haga su puesta en escena. En ese momento, según explica el socio de Jausas, se acude al juzgado de lo mercantil para solicitar medidas cautelares y que la compañía retire el producto de la exposición. Protocolo exprés Para que estas actuaciones sean rápidas, los juzgados de Barcelona han puesto en marcha un protocolo pionero en Europa, que ya se utilizó en la anterior edición del MWC y que ahora podría extenderse a otro tipo de ferias y congresos que se celebren en la Ciudad Condal. “Los jueces se comprometen a dar una tramitación prioritaria y preferente a las eventuales solicitudes de medidas cautelares urgentes que las partes en conflicto pudieran solicitar”, explica Carolina Pina, socia de IP de Garrigues. En un plazo de 48 horas, se tomará una decisión, un tiempo clave para que las medidas sean efectivas, apunta Carbonell. Si es necesario dar audiencia a la otra parte, el plazo se alarga a los diez días y, por lo tanto, el MWC ya habría finalizado. Por eso, “los jueces instan a las compañías o sujetos que presenten algún tipo de producto o servicio del que tengan motivos razonables para pensar que puede infringir derechos ajenos, a presentar unos escritos preventivos para evitar que las eventuales medidas cautelares se adopten sin audiencia”, apunta la experta de Garrigues. Es lo que el socio de Jausas define como “defensa preventiva”. Este protocolo que han puesto en marcha los juzgados de lo mercantil de Barcelona “es muy efectivo para casos sobrevenidos”, es decir, cuando la empresa descubre que un competidor ha cometido algún tipo de infracción. Sin embargo, este experto recomienda acudir a la vía penal cuando existen pruebas previas, ya que así el daño no se llega a producir. Cuando se recurre a este protocolo, aunque es rápido, las medidas cautelares no son otra cosa que un apercibimiento a la empresa que está cometiendo la supuesta infracción para que le ponga fin. Es decir, es ella la responsable de dejar de exhibir un producto. Y aunque lo haga, al tratarse de sistema de máxima discreción, la presentación del dispositivo o servicio ya se habría hecho. Y la batalla en los juzgados se prolonga durante meses, mientras que el congreso o la feria dura menos de una semana. Denuncias falsas Los expertos advierten de la importancia de utilizar este protocolo con diligencia. Por un lado, la socia de Garrigues explica que, “a la hora de valorar la urgencia de las medidas cautelares, los juzgados tienen en cuenta la rapidez con la que se presenta la solicitud una vez se tiene conocimiento de la posible infracción, así como la buena fe del solicitante, a quien se insta a dar tiempo suficiente para que el infractor pueda responder”. Además, Carbonell recuerda las consecuencias negativas desde el punto de vista legal y económico que tiene interponer una denuncia falsa para desplazar a un competidor. - El mecanismo sirve para solicitar medidas cautelares ante una posible infracción de propiedad intelectual o industrial. - La compañía acusada recibe un requerimiento, pero sólo después de presentar su producto. - Si se sospecha que un competidor puede presentar una demanda, los jueces están abiertos a que las compañías remitan al juzgado, antes de acudir al congreso, la documentación necesaria para que se tenga en cuenta su opinión si llega a producirse la denuncia. En estos casos, el plazo es de 10 días y, por lo tanto, las medidas cautelares no afectarán durante la feria.