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En cualquier caso, se han hecho avances considerables, especialmente en los últimos años. Así lo constata Nieves Briz, socia de M&A de JAUSAS, que antes de incorporarse a la firma trabajó durante 25 años en Ernst & Young, donde fue la primera mujer en ser nombrada socia en España y ostentó importantes cargos a nivel nacional e internacional.
“Cada vez se toma más en consideración el aporte femenino aunque todavía se interpreta que las responsabilidades familiares, tanto con descendientes como con ascendientes, son mayoritariamente femeninas y suponen una traba que va en detrimento de la dedicación a las obligaciones profesionales”, señala Nieves Briz.
Con el creciente protagonismo de la mujer en el sector legal coincide la socia de Gestión de Conflictos de JAUSAS, Mercè Caral, que es una referencia en esta industria por presidir el capítulo español de la Sección Internacional de la American Bar Association, la mayor organización de abogados del mundo, con cerca de 400.000 miembros.
“En las últimas décadas la mujer ha ido alcanzando cada vez más reconocimiento como profesional y ya está muy introducida tanto en la profesión como en el ámbito judicial”, sostiene Caral. En efecto, 12 de los 83 aboga-dos que ejercen en la actualidad de decanos de Colegios de Abogados son mujeres, según datos del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE). Muchas de ellas han hecho historia al ser las primeras en ocupar esos puestos, como Sonia Gumpert (Madrid) o Filomena Peláez (Badajoz).
En el ámbito judicial, la presencia femenina está limitada a menos del 14% en el Tribunal Supremo pero es mucho más abultada en instancias inferiores como la Audiencia Nacional (36,2%), los Tribunales Superiores de Justicia (35%) o las Audiencias Provinciales (34,1%), según datos del Consejo General del Poder Judicial.
La asociada de Derecho Laboral de JAUSAS Emma Vicente cree que a estas y otras mujeres que alcanzan cargos de relevancia “se les exige todavía tener un plus (mayor formación, mayor dominio de idiomas, mayor dedicación o eficiencia, etc) para tener el mismo reconocimiento profesional que el hombre”. “Percibo mayor exigencia y una necesidad de demostrar continuamente nuestra valía profesional”, asegura.
Sacrificios ineludibles
El camino para acceder a puestos directivos está, en cualquier caso, plagado de dificultades y en la mayoría de las ocasiones exige dejar a un lado la tan ansiada conciliación.
“Creo que el puesto de socia, o cualquier otro de alta responsabilidad en el sector legal, exige una dedicación de tiempo y esfuerzo de tal envergadura que es muy difícil compatibilizarlo con el rol de madre. Por tanto, el escollo lo representa ser madre y pretender dedicar tiempo a tus hijos”, opina Maria Elisa Escolà, asociada de Reestructuraciones e Insolvencias, que fue considerada en 2014 una de las mejores aboga-das del año en su especialidad según el directorio Best Lawyers.
Una opinión similar expresan Paula Oliván, también asociada de Reestructuraciones e Insolvencias de JAUSAS, y Gemma Colomer, asociada del área de Life Sciences, que presta asesoramiento al sector farmacéutico y sanitario. Ambas consideran que es necesario elegir entre el desarrollo profesional y el cuidado óptimo de la familia. “Es una cuestión de libre elección” porque las “exigencias de puestos de responsabilidad en despachos son difícilmente conciliables con la maternidad”, zanjan.
Maria Cedó, asociada de Life Sciences y otra de las abogadas de referencia en su especialidad, con-sidera en cambio que las mujeres cuentan con las herramientas para salvar las dificultades inherentes a su condición de madres y con capacidades su-ficientes para trazar un camino diferente para llegar al objetivo fijado.
“Evidentemente hay una serie de renuncias personales e incluso profesionales. Sin embargo, creo que las mujeres precisamente sabemos combinar ambas facetas con sutileza, fortaleza y manteniendo nuestra personalidad, de forma que no es necesario romper caminos sino tender puentes y saber llegar de otras maneras”, explica Cedó.
Futuro esperanzador
En cualquier caso, el futuro se presenta esperanzador, ya que “las nuevas generaciones de abogados tienen una conciencia más igualitaria”, como señala Maria José Gómez, asociada de Fiscalidad. Con esta afirmación coinciden la mayor parte de las abogadas de JAUSAS, que afirman que “existe una equiparación mayor de la madre y el padre en la dedicación a los hijos, que ha comportado que las mujeres puedan dedicar más tiempo a su carrera profesional”.
Por su parte, los legisladores y reguladores tanto españoles como supranacionales intentan promover proyectos que ayuden a romper los “techos de cristal”, más que centrarse en promulgar normas que no logran el consenso suficiente para ser aprobadas. Así ocurrió, por ejemplo, con el intento de la Comisión Europea de que las mujeres coparan el 40% de las sillas de los consejos de administración. La propuesta legislativa naufragó a finales de 2014 y todo parece indicar que no se ha vuelto a retomar.
Frente a la actuación de los reguladores, numerosas instituciones y empresas han implantado en los últimos años modelos propios para promocionar el talento femenino. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de Barcelona certifica a aquellas mujeres que por su experiencia y trayectoria pueden actuar con solvencia en consejos de administración de grandes corporaciones. Nuestra socia Nieves Briz logró ser en 2014 una de las profesionales certificadas tras un duro proceso de evaluación. “Existe talento femenino en todas las organizaciones, con sobradas capacidades para acceder a puestos de la máxima responsabilidad. Sólo es necesario que se otorgue visibilidad a ese talento”. Para lograr esa meta, en su opinión son necesarias medidas que “satisfagan los intereses corporativos y sociales, más que modificaciones legislativas ten-dentes exclusivamente a la protección de la mujer”.
Por su parte, algunas firmas de abogados han seguido la estela de las principales empresas españolas y ya cuentan con programas de promoción de la mujer a puestos de responsabilidad. Aunque la mayoría todavía está lejos de contar con enfoques tan ambiciosos como los “diversity programs” de irmas anglosajonas, estos programas intentan facilitar la conciliación profesional y personal con el objetivo de atraer y promocionar a la mujer. Es en la efectividad de estas u otras acciones individuales en la que más creen las abogadas de JAUSAS frente a actuaciones a nivel legislativo de difícil implementación y que, a veces, pueden chocar con la realidad empresarial.
“El hecho de que cada empresa aporte su granito de arena es lo más efectivo, empezando por la racionalización de horarios, la potenciación de las nuevas tecnologías y la implantación del teletrabajo”, opina la asociada de Laboral Emma Vicente. “Es en el seno de cada familia, de cada escuela y de cada empresa donde se puede aportar el granito de arena y superar los prejuicios que promueven la desigualdad”, añade Núria Clemente, asociada de Mercantil y Societario de JAUSAS.