El 2 de agosto de 2025 entraron en vigor las normas del Reglamento europeo de Inteligencia Artificial (en adelante, el “RIA”) para los proveedores de modelos de IA de uso general. Por ello, la Comisión ha preparado las Directrices para los proveedores de modelos de IA de uso general, y el Código de Buenas Prácticas para la IA de uso general, que forman parte de un paquete de directrices y códigos que pretenden proporcionar seguridad jurídica a los agentes de la cadena de valor de la Inteligencia Artificial (en adelante, “IA”).
Marco técnico y práctico:
Las directrices profundizan en qué debe entenderse por modelo de IA de uso general, introduciendo por primera vez umbrales técnicos de cómputo (1023 FLOPS[1]) para distinguir los modelos de gran escala con capacidad de generar lenguaje, imágenes o vídeo. Asimismo, se aclara cuándo un modelo pasa a considerarse de riesgo sistémico (>1025 FLOPS), que conlleva obligaciones reforzadas.
Además, las directrices ahondan más en los aspectos prácticos de quien se considera proveedor, cómo deben gestionarse las modificaciones posteriores al entrenamiento y qué ocurre con los modelos desarrollados por consorcios o en repositorios abiertos.
Obligaciones de transparencia y ciclo de vida
Los proveedores de modelos de uso de IA general estarán obligados a cumplir una serie de obligaciones durante todo el ciclo de vida del modelo, desde el entrenamiento hasta las modificaciones posteriores a su comercialización, lo que implica que los proveedores deberán tener mecanismos internos de seguimiento y revisión continua.
Entre las obligaciones se incluyen la de mantener actualizada la documentación, que deberá facilitarse a los proveedores intermedios y, a la Oficina de IA o a las autoridades nacionales, si estas lo solicitan.
Asimismo, el RIA establece la necesidad de definir unas directrices en materia de derechos de autor que garanticen el cumplimiento de la legislación europea. En este sentido, también se requerirá mantener una documentación técnica actualizada y hacer público un resumen de los datos de entrenamiento.
Responsabilidades en función de la posición en la cadena de suministro
Las Directrices precisan cómo se distribuyen las responsabilidades entre los distintos agentes que intervienen en el ciclo de vida.
Cuando un operador introduce por primera vez un modelo de IA de uso general en la UE, este será considerado un proveedor y deberá cumplir con todas las obligaciones establecidas en el RIA; en el caso de aquel operador que introduzca un modelo de IA de uso general en un sistema de IA y lo comercialice en la Unión Europea, este será considerado un proveedor posterior.
Los modelos entrenados o comercializados fuera de la Unión Europea pasan a considerarse comercializados en el mercado europeo en el momento en que se integran en un sistema distribuido dentro de la Unión Europea.
En el caso de que se realicen modificaciones, estas pueden dar lugar a un cambio en la categoría de operador. Las modificaciones menores no generan nuevas obligaciones regulatorias. Sin embargo, si el entrenamiento adicional realizado por un proveedor posterior supera un tercio del cómputo original, dicho operador se considera nuevo proveedor de IA de uso general y debe asumir las obligaciones correspondientes.
En estos casos, el proveedor original sigue siendo responsable, salvo que haya excluido expresamente el uso en la Unión Europea. Si existe tal exclusión, la responsabilidad se traslada al agente posterior que haya decidido incorporar el modelo en el mercado europeo.
Código de Buenas Prácticas de IA de uso general
Elaborado por un grupo de expertos independientes bajo el encargo de la Comisión Europea, el Código de Buenas Prácticas es un complemento de las Directrices para los proveedores.
Este código tiene como intención ser un marco de ayuda a la industria para cumplir con las obligaciones impuestas por el RIA en materia de seguridad, transparencia y derechos de autor de los modelos de IA de uso General.
Si bien se trata de una herramienta voluntaria, según han confirmado la Comisión y el Consejo de IA, la adhesión al Código de Buenas Prácticas permitiría demostrar el cumplimiento con el RIA de todos los proveedores de modelos de IA de propósito general.
Se pretende que, mediante la adhesión al Código, los proveedores reduzcan su carga administrativa y que estos les proporcione mayor seguridad jurídica, en comparación con otros métodos.
[1] FLOP (Floating Point Operation): unidad que mide la capacidad de cálculo de un sistema informático, indicando cuántas operaciones matemáticas realiza durante el entrenamiento de un modelo de IA. Cuantos más FLOPS (operaciones por segundo), mayor es la potencia de cómputo y la complejidad del modelo.